El Cuadragésimo Noveno Torneo Interna-cional del
Joropo, se llevará a cabo del 28 de junio al 3 de julio en el Coliseo Álvaro
Mesa Amaya y se ha dispuesto una premiación de 201 millones 500 mil pesos para
las 20 modalidades.
A ritmo de
zapateo de los hombres y escobillado de las mujeres, se inspirarán este año con
fondo de música llanera, cerca de cinco mil parejas de baile, que harán parte
de la máxima expresión de los llanos orientales, el Joropódromo; un desfile con
un trayecto de 1.400 metros, donde los grupos de danza llanera demostrarán al
departamento del Meta y al país, cómo se baila en los llanos de Colombia y
Venezuela.
Dieciséis años
lleva consolidándose este espectáculo donde se esconden historias de orgullo
llanero. Cada delegación aspira llevarse el premio de este gran Festival,
que apareció en el año 2001 y que además constituye un aporte a Villavicencio,
al Llano y a Colombia.
El inventor del
Joropódromo y del Festival Internacional del Joropo, fue el maestro Marco
Sergio Rodríguez Merchán, el mismo que ha compuesto más de 600 canciones que
han sido interpretadas por las voces más connotadas de la música llanera como
Orlando ‘Cholo’ Valderrama, Aries Vigoth, Wilton Gámez, entre otros. Con la
idea de impulsar el folclor en el llano, contó para su ejecución con el apoyo
del gobernador del Meta a cargo en aquella época y otras personas en su
derredor dedicadas al impulso del folclor durante ese año.
El autor de
'Predestinación' lanzó la idea con la experiencia y la connotación de allegados
que habían trabajado en el Sambódromo de Río de Janeiro, luego involucraron las
academias las cuales se alimentaron de conjuntos y bailarines dispuestos a
avivar el folclor del llano a nivel mundial.
Un importante
emblema en el llano, son los trajes típicos para el espectáculo, el de la mujer
debe ser un vestido enterizo con realces, enagua o crinolina; cotizas
decoradas, en colores y materiales diferentes a los tradicionales, mientras que
el hombre lleva el liqui-liqui lujoso en blanco, gris, azul, negro o beige; con
botones o abotonaduras de lujo; sombrero hormado y de color que combine, de
pelo, fieltro o paño y cotizas de cuero.
Se ensaya durante
meses y noches enteras, se corrige cada paso, perfectos zapateos, musicales
escobillados (pasos del joropo) y finalmente se lucha por bailar
sincronizadamente el baile para obtener el primer puesto, pese a todo, bailan
durante el espectáculo entregando su corazón por sus raíces, con la destreza de
quien ha dormido un largo sueño reparador.
Así las cosas,
el esfuerzo y mérito de los llaneros y los países concursantes va mucho allá de
un valor económico, es cuestión más de sentirse orgullosos de representar el
folclor que por obtener un premio, pues en el Joropódromo se baila es con amor
al Llano.